Gracias por haber llenado de besos un cuerpo plagado de miedos, por haber escuchado atento mis mil y una noches, por haberme mirado dormir. Gracias, sí, pero no a ti ni a mí, sino a la vida que nos enseña que breve no es sinónimo de malo, que todo nos lo da.
No hay comentarios :
Publicar un comentario