Sé lo que se siente, sé lo que es que se te vaya alguien de al lado, alguien que ocupa un hueco enorme en eso que tenemos ahí dentro.
Y probablemente yo no sea nadie para decirte nada, pero te digo que el dolor es inevitable, que por un momento sientes que todo se acaba y que nada va a ser lo mismo. Y sí, puede que tengas razón, seguramente nada vuelva a ser lo mismo, pero hay una parte de esa persona que se quedará contigo para siempre. Son como personas especiales que, de una forma u otra, son eternas, porque siempre estarán, aunque no las veamos.
En estos casos ni siquiera escuchas y crees que nadie va a entenderte pero yo, con lo poco que sé de la vida, te diré que sí. Y te repito que el dolor es inevitable, pero que hay ciertos recuerdos que hacen que se lime un poquito ese nudo que tenemos dentro. Porque hay recuerdos que nunca se borrarán, ni eso ni el puñado de sonrisas que se quedan siempre con nosotros y cada uno de los momentos que nos hicieron vivir. Eso es lo bueno de todo esto, porque hay ciertas personas que se van, pero nos dejan mucho aquí abajo. Y supongo que eso es ser afortunados.
Recuerda que allí arriba son muy listos, siempre se llevan a los mejores.
Y es que qué suerte tiene el cielo, por tenerles. Y nosotros, por poder mirar arriba y saber que no estamos solos.
Nunca.