Gracias. Por cuidarme, por hablarme siempre y bien, por respetarme y lo que quería, por escucharme, por acompañarme y dejar que te acompañe, por enseñarme tantas cosas, por ayudarme en todo lo que pudiste, por estar cuando más te necesite y nunca dejarme sola, por estar en los detalles, por hacerme tan bien, por hacerme reír, por querer hacer todo conmigo, por tolerarme, por hacerme sentir comoda en cualquier lado, por preocuparte tanto por mi, por darme tanto de ese amor tan lindo, por confiarme todas tus cosas, por dejar que te ayude siempre que pude, por abrazarme cuando era lo que necesitaba, por contenerme cuando estuve mal, por bancar mis caprichos y malos tratos, por a veces hacerme de psicólogo, por enseñarme a amarte así. En fin, por hacerme tan feliz.